La madrugada del viernes arribó a nuestra ciudad el artista plástico tresarroyense Gonzalo Duport. Un compromiso de último momento en su ciudad terminó demorando algunas horas su viaje.

En la Biblioteca, un grupo de amigos lo estábamos esperando mientras compartíamos esos mates, que a las 2 de la madrugada nos permiten continuar la vigilia sin bostezos.


El celular de Luis sonó y supimos que nuestro invitado ya estaba estacionando en la Plaza. Salimos a recibir a nuestro joven amigo y lo invitamos a tomarse unos cimarrones con nosotros, argumentando aquello de… “para tarde es temprano y para temprano es tarde” que tan frecuentemente usamos los noctámbulos carentes de frases más originales.

Así empezó la charla, la simple, la que nos acerca siempre la primera impresión.

Sencillo y jovial, Gonzalo es un joven como tantos otros de nuestro medio bonaerense, que descubrió una vocación dormida y un talento excepcional, cuando las circunstancias de un entorno favorable, así lo permitieron.

Estando de visita en Dinamarca, durante un intercambio rotario, tuvo que elegir una orientación artística dentro de su programa de estudios. Las opciones eran, según nos contó, música, literatura o artes plásticas y Gonzalo eligió estas últimas.

Un profesor, dedicado y motivador, fue el disparador vocacional de aquel adolescente, que por entonces, recién contaba con catorce años de edad.

La experiencia europea marcó a fuego el corazón de Gonzalo. El contraste cultural y social, la distancia física de su hogar y afectos, los nuevos amigos y la imperiosa necesidad de comunicarse con su nuevo entorno, hicieron crecer su personalidad artística, esa que hoy mismo, sigue reflejándose en su obra: atrevidamente experimental, donde las fronteras no se distinguen, donde los límites y las superficies, resultan sepultados bajo una avalancha de color que nunca deja de crecer y comunicar.

La necesidad de armar la muestra el día viernes por la mañana, nos forzó a terminar una charla que gustosamente hubiéramos prolongado hasta el amanecer, así que acompañamos a Gonzalo hasta el Hotel América, donde nuestro Presidente, Gustavo Asensio, había dispuesto ya los detalles para que Gonzalo pudiera disfrutar de un reparador descanso.

En la mañana Gonzalo atendió los detalles del armado de la muestra, la selección de las obras y recorrió los medios de prensa. Al mediodía compartimos unas empanadas en la Biblioteca y después él se retiró a descansar hasta las 18 Hs, momento en que nos volvimos a reunir en nuestra sala de lectura con algunos socios interesados en conocer y compartir las experiencias de nuestro visitante.

A las 19 Hs. los asistentes a la previa, acompañamos a Gonzalo a inaugurar el primer día de su muestra, a la que asistieron el señor intendente, autoridades municipales, y un numeroso público en general.

Resuelto y alegre, Gonzalo es dueño de una personalidad amable y modesta, que contrasta con su locuacidad, a la hora de contarnos sus variadas experiencias, que percibimos quienes lo hemos conocido, como una manera solidaria, de compartir con los demás sus alegrías.

Este es Gonzalo Duport, un nuevo amigo de nuestra Biblioteca, cuya obra continuará exponiéndose hasta el día 14 del corriente, en la Casa de la Cultura.

Guillermo Meana
Secretario / BPCD